Ya hemos entrevistado a la campeona española Isabel Sánchez-Arán antes del Mundial CMAS de Apnea Outdoor. Con una magnífica inmersión en CWT en la segunda jornada de competición, la española logró una buena sexta posición y su mejor marca personal (-93m), además usando bialetas y no la monoaleta. Sin embargo, el pensamiento hacia su amigo Andrey Matveenko y su grave accidente, unido a las graves carencias por parte de la organización, hicieron que todo resultara menos bonito. Volvimos a hablar con la campeona española al día siguiente de su inmersión, jornada de descanso para permitir a toda la organización resolver los importantes problemas de seguridad detectados.
Isabel Sánchez-Arán
«Hoy he participado en la prueba de peso constante con aletas, pero usando bialetas, ya que nunca me he iniciado en la monoaleta.
Mucha gente me pregunta por qué no la uso, y la verdad es que la respuesta es sencilla: al principio no tenía dinero para comprarla. Después, cuando ya sí podía, decidí no hacerlo porque me parece un engorro para viajar y, además, poco práctica. Como instructora de apnea, con las bialetas puedo hacer de todo: trabajar, entrenar, pescar, hacer snorkelling o SCUBA.
También hay otro motivo: ya compito en todas las disciplinas, tanto indoor como outdoor, y entre los entrenos y el trabajo no me queda tiempo para meterme en otra modalidad más. Confieso que me gustaría aprender, pero hay que ser realista y priorizar.
En lo deportivo, mi inmersión de hoy a 93 metros ha supuesto una mejor marca personal, algo que me hace muy feliz en medio de tanta emoción encontrada.

Y es que este campeonato está siendo muy duro a nivel emocional. Nuestros pensamientos están con Andrey Matveenko, que está en el hospital tras un accidente descompresivo con barotrauma pulmonar en un buceo, y con Tatiana, su compañera, que no se separa de él. Son amigos muy cercanos para mí y para mis compañeros Natalie y Fran. Lo hacíamos todo juntos. Tenemos el corazón roto. Lo que desearíamos de verdad sería poder acompañarle en estos momentos en lugar de competir, pero en el hospital no permiten visitas y nosotros tenemos la obligación y la responsabilidad de representar a nuestro país.
Esperamos con todas nuestras fuerzas que Andrey se recupere pronto, que en el futuro se depuren responsabilidades y, sobre todo, que todo lo que ha pasado sirva para avanzar en la investigación de los casos de Taravana en la apnea e implementar nuevos protocolos de seguridad que nos protejan a todos los deportistas.
Mis anuncios en esta competición no se han visto comprometidos, pero no voy a negar que nuestra moral está muy baja. En este Mundial estoy bajando con el corazón dividido entre el mar y nuestros amigos.